Los algoritmos no son tus enemigos, pero tampoco son tus jefes. Son simplemente sistemas que priorizan lo que mantiene a los usuarios activos.
Y si bien aprender cómo funcionan puede ayudarte a crecer, depender 100% de ellos puede destruir tu creatividad, tu identidad y tu motivación.
Te obsesionas con números en lugar de personas
Te frustras cuando un video no rinde
Cambias tu estilo cada semana buscando “lo que funciona”
Pierdes tu esencia como creador
Debes entenderlo y usarlo a tu favor, sin volverte prisionero de él.
Usa las tendencias como vehículo, no como destino
Participa si tiene sentido para ti, pero no fuerces contenido solo para subirte al tren.
Crea contenido evergreen (atemporal)
Ejemplos:
“Cómo grabar videos con buena luz”
“Errores comunes al empezar en YouTube”
Este tipo de contenido sigue siendo útil hoy, mañana y en 6 meses.
Mide, pero no te obsesiones
Mira tus analíticas para ajustar, no para castigarte. El contenido de valor muchas veces tarda en despegar.
Combina lo que el algoritmo premia con lo que tu audiencia necesita
Encuentra el punto medio entre tendencia y propósito.
Crea series o formatos propios
Esto educa al algoritmo sobre lo que haces… pero también educa a tu audiencia.
Retención (¿las personas se quedan hasta el final?)
Interacción (¿comentan, guardan, comparten?)
Frecuencia de publicación
Tiempos clave (cuándo están conectados tus seguidores)
Aprovecha estos datos como guía, pero no como una camisa de fuerza.
Un creador de finanzas nota que sus videos virales son “cómo ahorrar con poco dinero”.
En lugar de repetir la fórmula exacta, crea una serie con ese enfoque, pero agrega su estilo, su historia y su visión.
Así convierte un insight algorítmico en una marca personal.
Los algoritmos cambian cada mes. Tu visión y valores como creador deben ser firmes.
No publiques solo para gustarle al sistema. Publica para conectar, transformar y construir algo duradero.
El algoritmo puede darte visibilidad, pero tu autenticidad te dará comunidad.