Crear contenido digital no es solo publicar por publicar. En 2025, las audiencias son más exigentes, selectivas y rápidas para juzgar lo que consumen. Por eso, la clave está en crear contenido que conecte: que despierte emociones, resuelva dudas o inspire acción.
Aquí te mostramos cómo lograrlo.
Antes de escribir una sola palabra o grabar un video, necesitas saber a quién te estás dirigiendo.
¿Qué necesita tu audiencia?
¿Qué problemas quiere resolver?
¿Qué formatos prefiere consumir?
Crear una persona o perfil de usuario puede ayudarte a visualizar exactamente para quién es tu contenido.
Cada contenido debe tener una meta clara: educar, entretener, vender, inspirar, etc. Si intentas hacerlo todo al mismo tiempo, pierdes el enfoque y confundes a tu audiencia.
Ejemplo: Un post puede tener como objetivo enseñar “cómo usar Canva para crear posts atractivos”, y no promocionar varios temas a la vez.
El storytelling conecta a nivel emocional. Si puedes contar una historia real o ficticia que refleje un problema o deseo de tu audiencia, tendrás su atención.
📌 Ejemplo: “María comenzó su canal de YouTube con un celular viejo. Hoy vive de crear contenido.”
Pregunta clave: ¿Qué gana la persona que consume tu contenido?
¿Aprende algo?
¿Se entretiene?
¿Se siente inspirada?
Mientras más valor ofrezcas, más probable es que tu contenido se comparta, guarde o recomiende.
Un buen contenido también entra por los ojos (y oídos). Asegúrate de que tu contenido sea:
Fácil de leer (usa subtítulos, negritas, listas).
Atractivo visualmente (imágenes, videos, diseño).
Rápido de consumir (especialmente en redes sociales).
El contenido que conecta también genera conversación. Responde comentarios, haz preguntas y muestra que detrás de la pantalla hay una persona real.
El contenido digital que realmente conecta no es el más bonito ni el más viral: es el que resuelve problemas reales y genera emociones. Si entiendes a tu audiencia y les hablas de forma auténtica, los resultados llegarán.